Si hay algo que caracteriza el
largo período que llevamos de Kirchnerismo son los DNU (Decretos de Necesidad y
Urgencia) y el “Atril”.
Por medio de los primeros, la
Sra. Presidente ha neutralizado la actividad del Congreso Nacional, que fue
quien le concedió esa prerrogativa y desde el Atril y abusando de la Cadena
Nacional de medios y de no ser así a través de todos los noticieros, recita una
larga poesía con versos reiterados y gestos al por mayor. Lo de versos no se
refiere a estrofas poéticas sino a lo que el dicho popular denomina “cuentos
chinos”.
Es desde ese mueble con uno o dos
micrófonos desde donde trata y parece que lo logra, o mejor dicho lo lograba,
convencernos de que vivimos en el país de las maravillas, donde ya casi no
quedan pobres, han desaparecido los indigentes, las villas miserias, abunda el
trabajo, sobra la comida y no hay inflación.
¿Será que eso ha ocurrido en el
resto del país?, porque aquí en Mendoza eso no es así, todo lo contrario.
Nuestra provincia parece que perdió el equilibrio y se hunde cada día más, y lo
peor es que nuestro gobernador en lugar de usar y abusar del atril usa el
reclinatorio, está arrodillado ante la Casa Rosada y va a dejar sin agua a los
agricultores regantes del Río Atuel, y a permitir que otros decidan sobre
nuestras cuencas petrolíferas. A esto agreguémosle el tema de la inseguridad y…
“¡Cartón lleno!”.
¿Qué esperamos para reaccionar?
¿Hasta cuándo esta pasividad cómplice?
El “no te metás” nos va a llevar
a un túnel sin salida.
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