Tu papá, hombre honesto si los hay, fue mi primer hijo y vos mi primer nieto; pero mi segunda alegría por cuanto mi ejemplar hijo me daba a su primer descendiente. Lamentablemente la distancia nos impidió disfrutarte durante tu niñez; pero cuando teníamos la oportunidad de tenerte en brazos, acariciarte y escuchar tus balbuceos nos hacías intensamente feliz. Siempre fuiste una criatura maravillosa.
Los años han transcurrido vertiginosamente y ya sos un joven con sueños, aspiraciones, actitudes y obligaciones muy diferentes a los de la niñez; pero eso no impide que sigas plenamente integrado a tu familia y compartas con ellos todas tus inquietudes y anhelos.
Tenés la suerte de tener un padre ejemplar, digno, respetuoso,solidario, comprometido al 100% con su familia la Santa Iglesia. En él tenés un ejemplo magnífico y un modelo moralmente irreemplazable para imitar y aprender para que tu juventud y adultez se desarrollen por el camino recto que conduce a las virtudes. Tomalo como ejemplo y no te dejés arrastrar por los chantas, y faranduleros que pululan por todos lados y son grandes activistas de la estupidez y no pierden oportunidades de conquistar adeptos y si son seres virtuosos mejor, para darse el gusto de corromperlos y tenerlos como cómplices.
Vos mi querido Francis sos lo suficientemente inteligente para detectar quienes recorren el camino de los valores que enaltecen y quienes recorren la huella de los faranduleros, irresponsables, inescrupulosos y corruptos. Tu sentido común y el digno ejemplo que tenés en tu familia te van a servir perfectamente para seleccionar tus amistades. Rodeate de chicos y chicas con valores, que sean solidarios o sea que se ayuden mutuamente, que respeten y serán respetados, que posean anhelos de superación, no solo material sino espiritual, que sean de palabra o sea que cuando prometen algo lo cumplan cueste lo que cueste...
A vos particularmente, mi querido nieto, te aconsejo que no te aisles de tu familia y estés en casa como si vivieras solo y matando el tiempo con los jueguitos de la compu y para peor desgracia la mayoría violentos. Aunque no lo creas estos jueguitos, lentamente van influyendo en tu personalidad. Integrate y entregate con todo a tu grupo familiar pues ahí tenés magníficos ejemplos a seguir. Compartí con ellos tus preocupaciones, tus sueños, tus penas, tus alegrías, tus deseos, tus ilusiones, tus necesidades, tus contratiempos, tus desagrados, en una palabra todas tus vivencias y te aseguro que esta actitud te va a producir grandes satisfacciones pues vas a derrotar la soledad que parece aquejarte.
En la familia debemos estar todos con todos y compartir todo con todos. Como padre siento por tu papá, mi magnífico hijo Claudio un enorme orgullo y afecto, y tales sentimientos también quiero sentirlos como abuelo por mi nieto Francisco.
Que Dios te bendiga y la Virgen María te cobije bajo su manto.
¡ Te abraza con el corazón tu abu Goyo!
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